jueves, 22 de octubre de 2015

LA FABULA DE LA MANO LARGA

Erase una vez una pantera y un mono que se encontraron de camino al río.






                -  Buenos días,  se saludaron.
              - Me gusta como brilla tu collar.- Le dijo el mono a la                         pantera.
             - ¿De verdad te gusta? Le contestó coqueta.


             - ¿Damos una vuelta juntos?, la propuso el mono. Y en esto apareció un perro que venía juguetón con hueso en la boca.







Y...pasadas unas horas, andando andando, anocheció y aprovechando la confianza, el mono rozó el cuello de la pantera con intención de quedarse con el collar cuando se encontró que se pinchó fuertemente en la mano con un broche de metal. Dió un fuerte aullido ¡¡ahhhhhhhijjaaa!!!




Moraleja: Si a lo ajeno alargas tu mano, no te extrañe encontrarte un gusano.

             






Esta fábula es una creación del equipo de redacción del blog letras de interior.




lunes, 5 de octubre de 2015

El caballo de cinco patas. Relato.




En la Coruña , en primavera.

  

Había una granja...






Y en la granja caballos, pollitos, cerdos, gansos, conejos, patos, vacas, ovejas, gallinas, gallos, cabras, perros... ¿Se os ocurre alguno más?


El caso es que, una yegua de esta granja, parió  a un potrillo con cinco patas.

        - ¿Cómo pudo pasar esto?
        - ¡Pues no lo sabemos!


La cosa es que, cuando nació, salió corriendo como un monstruo veloz, parecía que nadie lo quería. 

Fue corriendo a ver a los pollitos de la granja, le recibieron diciendo pío, pío, pío, pío...

Al potrillo le gustó mucho la canción de los pollitos y  les saludó relinchando jiiiii! Jiiii!


El potrillo se sintió feliz. De pronto apareció un niño, llamó al caballito, le dio de comer hierba fresca y se hicieron amigos.




...Y se fueron juntos de paseo por la playa de Riazor. 

A nuestro amigo el potrillo le picó un cangrejo en  la quinta pata y fue así como desapareció esa quinta pata que tanto le disgustaba y que le hacía parecer un monstruo porque era diferente a los demás caballos.





          
                ¡Vaya cangrejo mágico! Ayudó a ser feliz al caballito.

Y colorín colorado esta historia ha terminado.